¿Lo mejor? es que todo en sí es muy de andar por casa y tienes unos precios bastante populares. Entrar es como sumergirte la casa de campo de tus abuelos, si ellos fuesen polacos, claro. La comida típica y sin artificios, lo dicho, como hecho por tu abuela. A nosotras nos encantó, aunque hay un montón de restaurante de comida polaca por el casco antiguo, este nos pareció el más cuco. Una vez dentro, nos dimos cuenta de que es frecuentado sobre todo por jovencitos.
Consta de tres plantas: la principal, una superior y otra inferior. En la principal sólo hay dos mesas, las escaleras de subida y bajada a los otros pisos. Es donde está la cocina y donde debes hacer todos los pedidos, te darán un numerito como en el supermercado para que vayas a recoger tus platos cuando estén listos.
En la planta superior (ojo con las escaleras,
que son empinadas) hay un pequeño comedor todo en madera, con unas cuatro mesas. Todo muy rústico y con adornos campestres y manteles de encaje y cojines por las barandillas. En invierno hace mucho calorcito y se está la mar de bien comiendo tu pollo y ternera polaca.
El shock viene cuando decides visitar los baños (aparte del triángulo y círculo de la puerta, que adivina tú a que sexo corresponde, siempre al contrario del que imaginas). Tienes que bajar a la planta inferior, entonces aparece lo que ellos llaman el restaurante retro que tan afanosamente anuncian a la entrada. Piano de cola, mesas con
candelabros, mucho oro, mucho encaje, cortinas, lámparas, muñecas de porcelana
, pianista con smóking, tapetes, flores, relojes antiguos, camas (sí, hasta camas)... todo un mundo diferente. Una vez pasado el gran salón, hay otro pequeño comedor también en madera, como el resto del local. Mi amiga y yo nos quedamos patidifusas ante lo que veían nuestros ojos y no paramos de hacernos fotos rollo "Corazón-Corazón", porque la ocasión lo merecía y el salón estaba vacío en aquellos momentos, aparte del dicharachero pianista, que estaba sentado en una esquinita riéndose con nuestras ocurrencias.
Como todavía no sé el nombre, sabrás que has llegado si estás enfrente de
Ultca Szpitalna, 38
Cracovia (Polonia)
Tel: 0 12 421 48 18
web, sólo en polaco.
Fotos: Raquel Ritz ©
Pues el restaurnate rustico me gusta mucho.
ResponderEliminarjo va, que viajes te metes. pero cuentamen... vives viajando????
ResponderEliminarestuviste en las açores¿??
bss
Fanmakimaki: está muy bien, si algún día vas Cracovia, es el sitio perfecto para tomar comida típica y barata.
ResponderEliminarCelestina: ojalá viviese viajando. Soy agente de viajes y algunas de mis amigas también, por eso nos solemos entera de ofertillas y aprovechamos que de momento, no tenemos responsabilidades y nos lo podemos permitir. Siempre barato, ¿eh? Todavía no he estado en Azores, sorry :(
Apuntado, queda, tengo unos lciente allí y el caso es que tengo que ecxplora más Polonia.
ResponderEliminar