El asiento 61

Hoy he tenido una aburridísima presentación de cómo reservar trenes en cierto programa para agentes de viajes. El hombre que nos lo explicaba consiguió que por primera vez en mi vida, entendiense literalmente lo que significa "quedarse dormid@". Mis ojos intentaban abrirse, pero los párpados, perezosos, les recordaban lo agustito que se está cuando uno duerme debajo de su nórdico acurrucadito y calentito. Y él hablaba y hablaba con su monótona voz. Era una lucha constante como cuando intentas apagar un fuego con una ráfaga de viento.

El caso es que la segunda parte de su presentación se volvió un poco menos insípida  y llegó un momento en el que se emocionó, se salió de su marcadísimo programa y nos recomendó visitar esta web llena de anécdotas, fotos e información muy útil acerca de viajes en tren por todo el mundo. Nos contaba que estando en una estación de Budapest con su protagonista, éste vio aparecer un tren que provenía de todos esos países que cuando tú y yo éramos pequeños formaban parte de la URSS, muy colorista y destartalado. El buen hombre se emocionó, corrió dentro del tren y empezó a hacer fotos como loco. Interiormente me reí y pensé: ¡jaja, como yo! Pero lo cierto es que él es peor que yo, yo suelo cortarme un poco.

Pero él no, no solo no se corta, si no que ha hecho de esto su vida. Voy a tener que echarle un BUEN repaso en casa, para adivinar las claves de su éxito, pero mientras tanto, aquí os dejo un montón de recomendaciones fantásticas si te gusta más viajar en tren (e incluso en barco) que en avión. O si  tienes miedo, también.

El autor se ha pasado toda su vida trabajando en trenes, con trenes o en turismo, así que es mucho de fiar y te da información acerca de todo para montar tu viaje de principio a fin.

Tren bielorruso 

Y es que viajar en tren es uno de los mejores placeres del mundo, no podemos negarlo. Puede que se tarde más, pero hay cierto aire romántico en todo lo que lo envuelve que hace que se vuelva apetecible.

Fotos © Seat61.com