05 enero 2013

Vueling 7101 Londres Heathrow- A Coruña

Mi experiencia con Vueling siempre ha sido positiva. Excepto la vez que, volviendo después de Reyes, decidieron que dejaban la mayor parte de las maletas en Coruña y ya las traerían más tarde. Tuve que esperar desde el lunes hasta el sábado a que me las trajeran. Me ofrecí yo misma a ir a buscarlas, ya que trabajaba cerca de Heathrow y tenía mi coche, pero se negaron. Tuve que esperar pacientemente en mi casa los dos últimos días. Cuando reclamé, no me dieron compensación alguna, ya que no pude proveer ningún recibo con mis gastos. Claro, es que vivo en Londres y por suerte, tenía más ropa en casa, ¿qué gastos voy a pasar, mi comida diaria? Pero tuve que ir a una entrevista de trabajo el lunes con lo primero que pillé porque mi ropa estaba en la maleta. Pero decía que mi experiencia siempre ha sido positiva. Para ir siempre lleno o casi, la verdad es que el check-in en Heathrow es bastante ágil. Sobre todo si tienes en cuenta que no es posible hacer el check-in on-line debido a la política del aeropuerto. El personal es siempre bastante atento y la cola de seguridad en Heathrow es también bastante ágil. El “problema” es el tiempo. Nunca lo administro bien. Hoy, a pesar de que mi vuelo salía a las 14:05, a las 13:20 las pantallas ya decían que el vuelo estaba a punto de cerrar. Ví a mucha gente corriendo y al final hice un pequeño sprint, para descubrir que en el embarque casi no había nadie, pero el finger estaba lleno de pasajeros. Una vez sentada en mi sitio, la gente siguió llegando hasta 20 minutos después que yo.

Y es que siempre nos hacen la misma “faena”, siempre salimos antes. Yo por mí, encantada, porque las dos horas holgadas que dan de margen para llegar, se convierten casi siempre en una hora y veinte, hora y media. El problema son las prisas dentro del aeropuerto y que siempre tengo que avisar a mi familia de que me vengan a buscar antes. Una vez tuve que esperar sola a que apareciesen. Pero es la ventaja de ir a un aeropuerto pequeño :)


Dentro del avión, la verdad es que todo bastante bien. Yo creo que han holgado un poco más el espacio entre asientos, porque antes tocaba con mis rodillas el de delante y ahora ya no.


La revista Ling siempre tiene reportajes interesantes y diferentes sobre las ciudades a las que vuelan. La comida es pasable. Aunque la baguette de jamón serrano es un poco como estas que compras envasadas al vacío y que horneas en casa. Pero justo en el paso previo a meterlas en el horno: blancuzca, blanda e insípida. Supongo que para comida de avión le podemos dar un aprobado. El personal suele ser normalmente encantador. Luego llegamos a Coruña y como por arte de magia, en 10 minutos estás fuera y con tu maleta en las manos. ¿Qué más puedes pedir? Ah, sí, señor Vueling, ¡bájenos los precios que han subido horrores en los 4 años que llevo haciendo la ruta!

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