Mucho trapicheo. Es lo que se destila, pero mucho-mucho. No es culpa del hotel, ni de la cadena... si no de los empleados y de
Cuba en general. Es una pena que de un país tan bonito y con tanto potencial te lleves tan mala impresión. Pero en fin, esto dará para muchos posts y este no es el momento de comentarlo.
el precioso vestíbulo
Este antiguo
Sofitel, es ahora un
Mercure, al que la quinta estrella se le cayó por el camino. Y es que este hotel no dejaría de ser un correcto 3* español o un discreto 4* europeo. Pero no está mal para ser un hotel cubano en pleno centro de Habana Vieja.
Por algunas de sus 178 habitaciones han pasado a lo largo de su siglo de historia, muchos rostros conocidos como Al Capone (habitación 615) o Lola Flores. Puedes descubrirlo en las fotos de la recepción o del bar de la planta novena, es realmente curioso.
Roof Garden
El hotel se divide en 9 plantas, de las cuales la última está ocupada con el maravilloso Roof Garden un salón-restaurante, desde el que se ve el Capitolio y gran parte de la ciudad. Por la mañana se convierte en uno de los dos salones de desayunos. También se encuentra el pequeño Bar Habana, encantador pero que abre sólo de 19 a 23 horas.
En la planta 1 tienes el acceso a la piscina, saliendo del ascensor todo recto y luego a la izquierda. Bajando las escaleras está la sauna, el gimnasio, las duchas y el bar de la piscina, donde puedes tomar algo y comer de 10 a 18 horas. La piscina está bastante bien, sobre todo teniendo en cuenta que estás en el centro de La Habana y es tranquila. Nosotros fuimos en temporada baja y no había demasiada gente, siempre encontrabas sitio en las tumbonas, pero supongo que en temporada alta estará bastante abarrotada.
En la planta baja están la recepción, los ordenadores para internet, la tabaquera, las galerías comerciales y el maravilloso patio andaluz, con el bar que abre 24 horas al día (también sirven sandwiches), en el que preparan todo tipo de cócteles y donde siempre hay algún grupo tocando en directo. Tranquil@, que lo hacen hasta horas no intempestivas ;)
En el resto de plantas se distribuyen las habitaciones, de las que las numero 15 (615,715, etc...) son muy grandes, puedes verlo en la foto de abajo. Hemos visto también las habitaciones número 14 y son un poquito más pequeñas, pero aún así tienen un buen tamaño. Están equipadas con bañera, secador, caja fuerte, minibar (debes solicitarlo en recepción) y televisión.
A destacar: nuestra habitación estaba sin mando a distancia de la tele, los grifos del baño funcionaban de una manera extraña (que no mal), la boca del desagüe del water es tan estrecha, que es fácil que se atasque (algo a lo que parece que ya están muy acostumbrados), había un desconchón en la bañera, a la que le costaba desaguar. Un día nos quedamos sin papel higiénico ya que el rollo se estaba acabando y no nos lo cambiaron hasta el día siguiente, el gel no nos lo pusieron más que el primer día, a pesar de pedirlo en recepción uno de los últimos días... o que si quieres subir a algún amigo, te pidan para ello un soborno. A esto me refería con los trapicheos, cosas como que no te dejen hacer el pago de las bebidas del bar con cargo a la habitación, teniendo que subir a busca dinero a la habitación para pagarlo en efectivo. Pero, como decía, es algo general de este país, que al turista intenten cobrarle timarlo, hasta por respirar. Por lo demás, los empleados son muy alegres y agradables.
En cuanto al desayuno, nosotros llegamos justo después de un par de huracanes de los gordos, así que se notaba la escasez de alimentos, nos tocó desayunar todos los días tostadas, aunque también había cereales, queso, jamón, algún día incluso chorizo, salchichas, tortilla de verduras, bacon y algún trozo de pastel o pasta. Y ya está. Hazte a la idea de que la mesa te la tendrás que equipar tú, buscando las tazas de otra mesa donde hayan sobrado, los cubiertos en los cajones, los platos vete a saber dónde, etc... Y esto en temporada baja, no puedo imaginarme en temporada alta. Una vez más, no creo que sea culpa de la cadena, si no el nivel de preparación de sus empleados, que tienen el descaro de coger comida y bebida para ellos mismos y tomársela sin ningún tipo de reparo a la vista del incrédulo cliente. ¿Despido inminente en Europa?
No aceptan tarjetas de crédito de USA.
