29 julio 2007

Croacia: Introducción


Situada en el magnífico emplazamiento de la Costa Adriática, Croacia siempre ha sido vista como una de las zonas más hermosas de Europa. La creciente industria turística sufrió un parón con la guerra de principios de los 90 y perdió fuerza, desviándose los turistas a los resorts de las costas e islas. Hoy en día, la situación se ha normalizado.

Croacia en croata Hrvatsk está en la parte este del mar Adriático, al este de Italia. Limita con Eslovenia al noroeste, Hungría al norte, Bosnia-Herzegovina al este, Serbia al noreste y Montenegro al sureste.


Desde la costa a la parte continental, la riqueza cultural de Croacia, combinada con sus espectaculares paisajes, la convierten en el lugar perfecto para pasar las vacaciones. El territorio está formado por tres regiones de diferente morfología: las montañas del norte, alrededor de Zagreb; la cadena rocosa de la costa del Adriático; y los valles interiores de la cuenca de Panonia. La cadena de la costa está compuesta por los Alpes Dináricos y las cadenas de Valebit y de Velika Kapela, entre 700 y 2.200 metros de altura. Los valles interiores están bañados por el río Sava, que atraviesa el país del noroeste al sureste, formando parte de la frontera con Bosnia-Herzegovina. El río Drava corre desde el norte, forma el límite con Hungría y desemboca en el Danubio, que forma parte de la línea divisoria entre Serbia y Croacia. Hay 1.185 islas, las más grandes son Krk y Cres. El punto más alto es Dinara a 1.830 metros de altura.




¿Cuándo ir?
La mayor parte de la gente visita Croacia entre abril y septiembre. Aunque la costa es demasiado fría para bañarse en abril, disfrutarás del clima templado, los cielos despejados del sur de Split y precios económicos en alojamiento. Zagreb es más apacible y está a pleno rendimiento en la temporada cultural. Mayo y junio son los mejores meses para las actividades al aire libre (excepto el skí, obviamente). O para ver a los pelotones de escolares que realizan sus viajes al campo a finales de mayo y comienzos de junio.

Julio y agosto son los meses más caros para visitar el país, ya que es cuando llegan más turistas. Las ventajas de ir en temporada alta son los ferrys extra en cada línea para acercarte a las islas y las excursiones organizadas para llevarte a las visitas más apartadas. Septiembre es probablemente el mejor mes, ya que no hay tanta multitud, los precios bajan y los higos y las uvas son abundantes.

El área total de tierra de Croacia suma unos 56.610 kilómetros cuadrados, con una población de aproximadamente 4.9 millones. Tiene una línea total de costa de 1.778kms, desde la parte estrecha de la ciudad de Dubrovnik en el sur, hasta la antigua ciudad romana de Pula en el norte, abarcando un total de 1.278kms del Mar Adriático (600 kms. en línea recta). Esparcidas como perlas a lo largo de la costa, tiene 1.185 islas que la convierten en un mágico paraíso para ser experimentado y explorado.

La capital es Zagreb, una encantadora ciudad medieval de una excepcional belleza conocida por su espíritu y arquitectura, con una población de aproximadamente, 1 millón de personas. La ciudad cuenta con una antigüedad de al menos 1000 años, celebrando en 1994 su 900 cumpleaños. A lo largo de los años, Zagreb se ha convertido en el centro científico, político y económico de Croacia. El país se divide en 102 distritos.
La singularidad de Croacia se debe a su diversidad. Situada entre los Alpes y el Mar Adriático, Croacia ofrece a los visitantes la oportunidad de skiar en invierno y nadar en los meses de verano, todo dentro de una corta distancia. Con sus 1.185 islas, islotes y acantilados, tiene la costa más diversa del Mediterráneo.


Hay 7 parques naturales, tres en las regiones montañosas (Risnjak, Paklenica y Plitvička Jezera), y cuatro en las regiones costeras (Kornati, Brijuni, Krka y Mljet). Un 40% del país es montañoso.

Por mencionar unas pocas, Croacia es el hogar de la ciudad Medieval de Dubrovnik, el palacio Dioclesiano de Split, la Basílica de Eufrasio en Poreč, los lagos Plitvička Jezera y muchos otros.

Croacia conserva el mayor número de asentamientos desarrollados del sudeste de Europa, además, muchos de ellos datan de tiempos romanos o medievales. Raramente podemos encontrar tantos ejemplos de diferencias culturales e históricas en un área tan pequeña.



Las accidentadas regiones montañosas están escasamente pobladas y sus bosques, que figuran entre los más bonitos de Europa, permanecen intactos. Es en la costa y en las islas más importantes, donde la densidad de población es mayor. Muchas de estas zonas dependen directamente del turismo (un 7% de la población vive de este sector).

UN POCO DE HISTORIA
Croacia se separó de Yugoslavia en 1990, después de las primeras elecciones libres desde la II Guerra Mundial. Pero la situación derivó en un conflicto bélico, la economía se derrumbó y los bombardeos destruyeron muchos monumentos y tesoros históricos.

El fin del conflicto devolvió la autonomía a un país que la había perdido en 1102, cuando la nobleza entregó la corona al rey Koloman. Durante su reinado, Croacia pasó a formar parte del imperio húngaro, hasta 1918. Al final de la I Guerra Mundial se declaró independiente pero tuvo que ceder ante las presiones internacionales y pasar a formar parte del reino de Yugoslavia. Así es como de las ruinas del imperio Habsburgo, nació un nuevo estado poblado por serbios, croatas y eslovenos.

En la actualidad, Croacia se divide en 5 regiones principales:
- Dalmacia
- Istria y Kvarner
- Condados del Norte
- Centro de Croacia y Zagreb
- Eslavonia y Baranja



CAMPOS DE MINAS.
Algunas zonas alejadas de Croacia, a pesar de ser seguras, tienen todavía campos de minas. Incluyendo la parte del Danubio en el este de Eslovenia y algunas partes de Krajina. Es imprudente perderse en campos o pueblos abandonados
.

24 julio 2007

Hoteles diferentes







Esta es una de esas páginas divertidas y curiosas por las que te puedes pasar minutos y minutos navegando sin reservar nada. Va de hoteles. Hoteles diferentes y originales. En Unusual Hotels of the World hacen como una especie de cásting sometido al más duro jurado. Los hoteles están agrupados en diferentes categorías: edificios históricos o singulares, hoteles flotantes, islas, de hielo/iglús, faros, para niños.... y todo un largo etcétera. Mis favoritos son los de la categoría Casas del árbol, porque siempre quise una y nunca tuve.


Kadir's en Turquía
Hotel Pavilion en Londres

Aunque no hay que menospreciar a los demás, como el Pavilion, en Londres. Donde cada habitación tiene una decoración diferente:

Hotel Pavilion, Londres


Aunque luego también hay monstruosidades como estas que atentan al buen gusto:

Caesar Pocono Resort, EEUU

Pero a ver, ¿a que no sabías que podías celebrar tu luna de miel bañándote en una copa gigante de champán o nadando en un piscina con forma de corazón llena de parejas más edulcoradas que la tuya?
La página cuenta con hoteles en todo el mundo y sigue creciendo. Como decía, los propios creadores de la página actúan de jueces y van visitando los hoteles candidatos. Aunque son los propios internautas quienes valoran los hoteles desde un simple "diferente" hasta un gran "Wow", que es la máxima puntuación que se puede conseguir. Además, recoge opiniones de personas que ya se han alojado allí.
Cuenta con un buscador por categorías o países, continentes, ciudades...

Hotel de hielo de Alaska


Los precios están bastante bien, teniendo en cuenta que se trata de hoteles únicos y viendo lo que se cobra por ahí por habitaciones bastante normalitas. ¡Viva la originalidad!

A la web le falta un poco de frescura en cuanto a estética. Pero merece la pena, de verdad, pasarse un ratito por ella.
Web, en inglés.

02 julio 2007

Restaurante comida polaca- Cracovia (Polonia)


Este es un restaurante de esos de comida típica. ¿El nombre? ehhhhh, esto... no he sido capaz de saber cuál es, lo confieso. Hice un montón de fotos, me llevé un folleto del local y hasta hice una foto de los carteles de la entrada. Todo en vano. Lo único que he conseguido adivinar es que esta es su web, con música de bienvenida y todo.

¿Lo mejor? es que todo en sí es muy de andar por casa y tienes unos precios bastante populares. Entrar es como sumergirte la casa de campo de tus abuelos, si ellos fuesen polacos, claro. La comida típica y sin artificios, lo dicho, como hecho por tu abuela. A nosotras nos encantó, aunque hay un montón de restaurante de comida polaca por el casco antiguo, este nos pareció el más cuco. Una vez dentro, nos dimos cuenta de que es frecuentado sobre todo por jovencitos.


Consta de tres plantas: la principal, una superior y otra inferior. En la principal sólo hay dos mesas, las escaleras de subida y bajada a los otros pisos. Es donde está la cocina y donde debes hacer todos los pedidos, te darán un numerito como en el supermercado para que vayas a recoger tus platos cuando estén listos.



En la planta superior (ojo con las escaleras, que son empinadas) hay un pequeño comedor todo en madera, con unas cuatro mesas. Todo muy rústico y con adornos campestres y manteles de encaje y cojines por las barandillas. En invierno hace mucho calorcito y se está la mar de bien comiendo tu pollo y ternera polaca.


El shock viene cuando decides visitar los baños (aparte del triángulo y círculo de la puerta, que adivina tú a que sexo corresponde, siempre al contrario del que imaginas). Tienes que bajar a la planta inferior, entonces aparece lo que ellos llaman el restaurante retro que tan afanosamente anuncian a la entrada. Piano de cola, mesas con



candelabros, mucho oro, mucho encaje, cortinas, lámparas, muñecas de porcelana, pianista con smóking, tapetes, flores, relojes antiguos, camas (sí, hasta camas)... todo un mundo diferente. Una vez pasado el gran salón, hay otro pequeño comedor también en madera, como el resto del local. Mi amiga y yo nos quedamos patidifusas ante lo que veían nuestros ojos y no paramos de hacernos fotos rollo "Corazón-Corazón", porque la ocasión lo merecía y el salón estaba vacío en aquellos momentos, aparte del dicharachero pianista, que estaba sentado en una esquinita riéndose con nuestras ocurrencias.


Como todavía no sé el nombre, sabrás que has llegado si estás enfrente de este edificio:









Ultca Szpitalna, 38

Cracovia (Polonia)

Tel: 0 12 421 48 18


web, sólo en polaco.


Ver el restaurante en el mapa.

Fotos: Raquel Ritz ©