Desde que tengo uso de razón los perros me han fascinado. Mis padres nunca me dejaron tener uno hasta que en un arrebato cuando yo ya tenía 16 años, mi madre trajo un schnauzer a casa (yo iba con ella y para nada le dije que era una locura). No os voy a contar nada de mi primer perro porque por desgracia ya falleció y me pondría a llorar. De hecho, diría que me acuerdo de él el 50% de mis días y lloro por él como un 10% de ellos.
Mi mayor obsesión ahora es tener un piso con mi novio y tener dos perros pequeños. Hoy he descubierto de casualidad esta página web, SrPerro.com que te ayuda a saber dónde llevar a tu señor perro sin tener que dejarlo atado fuera.
Y es que cuando empecé este blog una de las categorías era mascotas aceptadas y aunque no haya tenido mucha suerte encontrando lugares, Micaela si que se ha enrollado y nos presenta locales de toda la geografía en las que perros como Colega (que es monísimo, no me digas que no) pueden estar con sus amigos de dos patas tan tranquilamente.
Realmente, ¿qué hacen los perros para que nos dejen entrar a comprar el periódico, por ejemplo?
Y es que cuando empecé este blog una de las categorías era mascotas aceptadas y aunque no haya tenido mucha suerte encontrando lugares, Micaela si que se ha enrollado y nos presenta locales de toda la geografía en las que perros como Colega (que es monísimo, no me digas que no) pueden estar con sus amigos de dos patas tan tranquilamente.
Realmente, ¿qué hacen los perros para que nos dejen entrar a comprar el periódico, por ejemplo?
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