Olvídate de ir si no tienes coche o moto y no te recomendaría ir en bici por la gran cuesta de acceso y lo escarpado de la carretera, pero la cala Portals Vells es una gran alternativa si quieres ir a un sitio tranquilo y exlusivo en la zona de Magalluf, pero no te gustan las aglomeraciones.
Es una pequeña playita de pinos rodeada de una costa llena de cuevas. Es la postal perfecta y ello hace que muchos yates particulares y comerciales fondeen en sus aguas.
Consejo: Sitúate
lo más cerca posible del restaurante de la playa, esa es la zona que tiene sol
todo el día. Pero oh, claro, no íbamos a perdernos de hacer negocio, ¿verdad?
Esa zona está plagada de sombrillas y tumbonas de alquiler. Sí, cada centímetro
cuadrado se cotiza caro en la hipervisitada Mallorca. Pero no te desesperes,
que cerca de la orilla y pegado a las tumbonas, también puedes conseguir un
gran sitio ¡gratis! (no quiero quedar de rata, pero a fin de cuentas, también soy mileurista y prefiero gastarme ese dinero en otras cosas).
¿Y qué te voy a decir de los atardeceres? No hay puesta de sol, porque el sol se oculta a espaldas de la playa, pero no me digas que no es bonito igualmente.
Como todas las playas de la isla, la arena es fina, el agua turquesa y es muy recomendable para familias con niños o parejas.
Si te aventuras por las rocas, verás que hay cuevas, así que puedes hacer una excursioncita. No te recomiendo el restaurante más que para tomarte algo de beber, la comida es carísima y bastante mediocre. El servicio es pésimo.
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