11 abril 2013

Yvoire, la villa medieval a orillas del lago Ginebra


Hace unos meses tuve la suerte de ir a la parte francesa del Lago Léman o Lago Ginebra (el mismo que baña las orillas de Ginebra) para asistir a una fiesta. Una amiga se iba a vivir a Nueva Zelanda (lo sé, ¡qué suertuda!) y además celebraba su cumpleaños. Como su familia es de allí, nos fuimos de camping y lo pasamos genial. Además, para el sábado por la mañana nos tenía organizada una visita a una villa medieval cercana.


Llegamos a media mañana y nos pasamos unas 3 horas allí. No es que el lugar sea muy grande, pero sí que es tan bonito, que invita a quedarse a comer o tomarse algo. Además era principios de septiembre y el sol todavía calentaba, así que lo disfrutamos a tope.


Nada más dejar el coche en el párking (hay uno de pago justo a 100 metros de la puerta de entrada), nos dirigimos al centro, entrando por su puerta medieval, una gran puerta de piedra que recuerda a las que tenían los castillos o las fortalezas. Porque Yvoire es una ciudad fortificada con su castillo y todo.




Esta puerta es la entrada a un pueblo lleno de pequeñas casitas de piedra y madera, que lo convierten en su seña de identidad. Aquí no se han construido modernos edificios, ni están llenos de tecnología, el exterior es un fiel reflejo de la época en que el pueblo fue fundado y le confieren una identidad propia. De hecho, es considerado uno de los pueblos más bonitos de Francia. Me recordó un poco a Obernai, que os describiré en otro post.


Lo que también distingue a Yvoire es su presencia en el lago. Su castillo se erige en las orillas y vislumbra las poblaciones cercanas y también las de enfrente, que forman ya parte de Suiza.


Además, fue un punto clave durante muchos años, ya que se sitúa en la península de Leman, que divide el lago en dos: el gran lago y el pequeño lago. Si te fijas en el mapa, la parte de la izquierda, en dirección a Ginebra es más estrecha que la parte derecha que lleva a Evian.



Durante años fue un puerto comercial muy importante y también un punto estratégico militar después de que Amadeo V de Saboya decidiera fortificar la ciudad en el siglo XIV. 


¿Qué se puede ver en el pueblo? Como os he dicho, es muy pequeño y realmente no hay más edificios importantes que la iglesia o el castillo. Ambos merecen una visita aunque tengo que confesaros que cuando fuimos el castillo estaba cerrado y no he conseguido encontrar información de si realmente se puede entrar o no.


Humor francés
Las pocas carreteras y calles que componen el pueblo llevan al lago, que tiene una pequeña playita rocosa a la sombra de los árboles. Así que no creo que sea el lugar más adecuado para disfrutar de un baño  .


También hay dos muelles: uno pequeñito con barcas pesqueras y pequeñas lanchas de recreo; y otro más grande con naves de mayor eslora y hasta ferrys. ¿Te atreves a llegar en barco?


Por las orillas de sus aguas se pueden ver cisnes y patos. ¡Y ya sabéis cómo me gustan a mí los animalitos!





A pesar de tener tanta piedra, Yvoire está adornado por muchísimas flores y plantas y cuenta con un jardín de prestigio. En verano se puede disfrutar del regalo a la vista que son todas las planta florecidas


Realmente es un sitio que bien merece una visita si estás por los alrededores y niños y mayores lo disfrutarán por igual. Aunque tengo que advertiros de que hay cuestas bastante empinadas.


Ah, ¡no te olvides de tomar un helado en las muchas heladerías que hay! Están buenísimos y hay una gran variedad de sabores :D .

web


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