03 febrero 2007

Gambia V: durante el viaje

Al pisar por primera vez el suelo gambiano, te sube calor por el cuerpo, desde el pie que pisa la escalerrilla para bajar del avión, ascendiendo hasta la cabeza. La sensación de calor agobiante desaparece la primera noche. A partir de ese momento sentiremos calor, pero se soportará bastante bien.
Todo es diferente con la luz de este país. Los colores adquieren una tonalidad y luminosidad increíbles, convirtiéndolo todo en alegría. Puede que por eso la gente sea tan agradable y agradecida, siempre con una sonrisa en la boca.

Lo cierto es que no es un destino para todo el mundo. En Gambia hay pobreza (y mucha), a pesar de ser uno de los países más ricos de África. También es un sitio en el que el concepto de higiene es muy diferente del nuestro, además de ser un país con olores muy fuertes y diferentes a los que estamos acostumbrados. Tampoco es un destino exclusivo de sol, las playas están bien, pero no son una gran maravilla. Muchas de ellas están bañadas por el Río Gambia y el color del agua es oscuro.

¿Qué tiene? pues está bien como primera toma de contacto con África, es un país alegre, seguro y bonito. Ideal para ver aves (olvidémonos de los animales africanos, que aquí no hay, aparte de cocodrilos) y para disfrutar de unos días de relax en un lugar tranquilo y con sol.


- Hay que tener especial cuidado con las comidas, no son muy variadas, llevan casi siempre picante y si no te gusta el arroz, estás perdido. Es aconsejable no tomar fruta sin lavar.

- Antes de sacar una foto, hay que preguntar si se puede.

- Echarse siempre protección solar.

- Llevar gafas de sol.

- Ropa cómoda y sobre todo, calzado que no resbale.