09 mayo 2013

Tu mejor amiga en un viaje: la botella de agua

Hay algo que debes saber si vas a viajar por primera vez y debes tomarlo como una regla sagrada. Y da igual cuántas veces te lo diga, porque seguramente no me vas a hacer ni puñetero caso y te lo digo con todo el cariño del mundo . ¿Sabes cuando eres adolescente o un niño y tu madre te da un consejo de estos "que valen para toda la vida" (como mamá Ritz solía decirme y no sin sorna se lo recuerdo)? Pues eso, que normalmente no le haces ni caso, pero llega un día que piensas: ¡mierda, mamá tenía razón! Por supuesto no le confesarás que tenía razón, pero efectivamente, te acordarás de ello por el resto de tus días.

Lo mismo pasa con este consejo. Seguramente no me harás caso, pero un día aprenderás. O tal vez no. Ni yo misma lo sigo al 100% y luego pasa lo que pasa. Pero en fin, aquí te presento a tu mejor amiga, la botella de agua.



Da igual que vayas a Italia, a Gambia, a Turquía o a Panamá. Siempre bebe agua de botella. No quiere decir que el agua del grifo sea mala o buena: es que tu organismo no está acostumbrado. Aún recuerdo (y no me llaméis pija) la primera vez que por error, bebí agua del grifo en Barcelona ciudad. Me supo fatal, y tardé meses en acostumbrarme. Y luego está la vez que en Gambia se me dio por lavarme los dientes con agua del grifo porque la de botella estaba muy lejos (¿tres metros?). Una de las peores ideas que he tenido NUNCA.  ¿Y cuando enfermé en Marrakech por no ser precavida?  El agua contiene bacterias a las que los ciudadanos del lugar están acostumbrados, pero para los que están de visita puede convertirse en la peor de sus pesadillas. Así que no te arriesgues, la idea de viajar es pasarlo bien y no estar metido en tu habitación durante toda tu estancia.

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